Paleontologia
Primero, un chiste:
La expresión "eslabón perdido" pone nerviosos a muchos
freaks de la evolución, y por buenas razones. Suele usarse indiscriminadamente y casi nunca vale para nada aparte de causar malentendidos (a los creacionistas, por cierto, les encanta).
Recientemente se anunciaba la próxima publicación de un estudio sobre el
Niño de Taung, el primer australopiteco descubierto por la ciencia. Según el paleoantropólogo Lee Berger, hay pruebas sólidas de que este pequeño
Australopithecus africanus fue devorado por un ave de presa. Podéis leer más sobre este asunto en el blog sobre evolución
Afarensis. A su creador también le molesta la expresión "eslabón perdido", cosa que entiendo. Entiendo menos que le disguste la expresión "hombre mono", con la que a menudo nos referimos a los australopitecos. Dice:
"El
Australopithicus africanus no es un hombre-mono, sino un hominino".
Por supuesto que es un "hominino", según las clasificaciones más modernas. Nosotros también lo somos. Pero, cuando Raymond Dart halló al Niño de Taung en 1924, comenzó una larga polémica científica que, tras el análisis morfológico de multitud de fósiles, terminó con una feliz conclusión: los australopitecos eran animales de transición evolutiva, perfectamente intermedios entre simios y humanos. "Hombre-mono" es, en mi opinión, una expresión descriptiva, acertada y fiel.
2006-01-28 | Haz un comentario (hay 105)
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De: IMagino |
Fecha: 2006-01-31 23:57 |
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Sí, pero en el sentido de ir desarrollando algún órgano nuevo, como picos,ojos, extremidades, cráneo, morfología motriz en general?
No parece el caso, porque, al amparo de un cierto tipo de cultura, ya no suponen ventajas selectivas que impliquen una mayor competencia reproductiva.
Lo distintivamente humano sobre lo simiesco, la encefalización, da la sensación de haberse estancado, cuando no revertido.
¿Qué patrimonio genético puede preponderar? Si la civilización sustituye al medio natural, la selección operará a nivel de grupos culturales: no hay que descartar entonces el papel de las guerras, ni el de
las creencias, ni el de la economía.
¿Un grupo humano cuya máxima cultural u operacional es "creced y multiplicaos", si la economía y los conflictos lo permiten, puede hacer preponderar su acervo génico?
Dicho sea de paso, eso de enviar en muchas culturas a los jóvenes y a los más desfavorecidos a la guerra, supone una presión selectiva, cuyo sentido habría que estudiar: ¿Los adultos más inteligentes se preservan? ¿Es la guerra, entre otras cosas, un mecanismo de selección de un cierto rasgo de inteligencia?
No es darwinismo social, sólo planteo interrogantes.
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De: Vagotherium |
Fecha: 2006-02-02 00:42 |
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Volviendo al tema de la evolución actual en humanos, creo que no la hay, y no porque no la veamos (como no vemos la que pueda sufrir el pino piñonero), sino simplemente porque no hay condiciones para que haya evolución.
1) Porque el principal factor que determina el número de descendientes de un individuo/a no depende más que de las ganas que tenga de tener descendencia, salvo casos muy minoritarios y sin transcendencia evolutiva, y no depende de su genotipo. Pertenecer al OPUS no es un genotipo, Es una gilipollez, que también empieza por g pero que no es lo mismo. Además, ni siquiera ser del OPUS garantiza tener más descendientes, porque un buen puñado de sus miembros pasan del asunto reproductivo.
2) Porque hay una mezcla genética muy elevada entre distintos grupos.
Y además, si nos remontamos a hace 30000 años, cuando las condiciones eran muy diferentes ¿que nos encontramos?. Pues que todas la poblaciones humanas, incluso las mas aisladas y viviendo en condiciones en las que la selección natural era potencialmente importante, pertenecían a la misma especie. Así que ahora, la posibilidad de que haya evolución propiamente dicha dentro de la humanidad es nula.
En cuanto al tema africano, me parece que se ha enfocado muy mal. La mayor mortandad en Africa no depende de condiciones ambientales, sino sociales: el número de muertos achacables directamente a matanzas, hambrunas producidas por conflictos bélicos y desorganización brutal del sistema social y sanitario es superior al de causas naturales. Incluyendo enfermedades que, si en Africa son terribles, (SIDA; paludismo, etc.) su expansión es el resultado de problemas sociales muy concretos.
En cuanto a quien está preocupado por el tamaño del cerebro y su correlación con la inteligencia, le aconsejo que se lea "La diversidad humana", de Richard Lewontin.
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